Por fiiiiiiin es lunes. (eia ka
mea hope, i keia la o ka Poakahi)
No
es el trabajo el que hace grande al hombre, sino la forma de hacerlo, su
actitud.
Esto
es una realidad. Cuántas veces hemos andado un poco más para ir a tomar un café
en el bar que nos cae bien el camarero porque en el otro, el que nos pilla más
cerca, nos atienden siempre con mala cara. Y esto si hablamos de un sencillo
café, no te cuento cuando se trata de algo más importante.
Pues
bien, las empresas aún eso no lo entienden. Siguen gastando una millonada en
locales espectaculares, en decoración, en publicidad … y muy poco en las
personas que nos atienden. Todavía nos seguimos encontrando en numeroso lugares
de cierto renombre a empleados que no están a la altura para hacer de su
servicio, una gran experiencia para los clientes. Y nuestra experiencia como
clientes es lo que nos hace decantarnos en uno u otro sentido ante la
disyuntiva de una elección, por lo que si no nos gusta la persona, no nos
gustará el sitio.
Pero
de esto no solo tienen la culpa las empresas. Nosotros somos ya mayores y debemos
de comportarnos y actuar de una u otra forma cuando interactuamos con otras
personas, especialmente si se trata de clientes. Lo de la formación en las
empresas es claramente una necesidad. Las personas necesitamos aprender pero …
hay una cosa fundamental que parte de nosotros mismos y es: nuestra actitud.
Tener
una actitud positiva antes los demás salva negocios, matrimonios, amistades,
familias e incluso vidas. Y eso solo puede partir de uno mismo.
Pero
todo esto no se improvisa. Todo ello requiere un tiempo de planificación
previa, de meditar las cosas para luego ponerlas en práctica e ir corrigiendo información
y aprendiendo de nuestro errores.
Como
dijo Fernando el Católico: “Has de pensar
despacio y ejecutar presto, no es segura la diligencia que no nace de la
tardanza” que viene a decir algo así como: piensa
tranquilo y actúa deprisa, no es
nada seguro cuando actúas de forma impulsiva y rápida sin haber pensado y
meditado previamente durante un tiempo.
Pues
nada, a pensar en como nos comportamos con los demás.
Genial.
Por fin es lunes. Pensando en mis cosas.
OP