lunes, 19 de febrero de 2018

NERVIOS ¿POR QUÉ?


Por fiiiiiiin es lunes. (por fin ye llunes)

En realidad esto tiene que ver con nuestros ancestros y con nuestro instinto de supervivencia. Todos los animales, incluidos nosotros, lo tenemos desarrollado y se llama “miedo”. Nosotros, los humanos, lo hemos evolucionado y ahora lo llamamos nervios pero en realidad es miedo. Y cuando nos ponemos nerviosos, o sea con miedo, reactivan muchos mecanismos químicos (generamos mas adrenalina, se activa nuestro sistema nervioso…) y físicos (nuestro corazón se acelera para bombear sangre rápido y poder llevar mas oxigeno a nuestro tensos músculos….) de nuestro organismo cuyo objetivo final es mantenernos en alerta para poder reaccionar con rapidez. Vamos que tener miedo nos pone en alerta, es decir, que tener miedo no es malo.

Pero esto que era y es muy efectivo cuando tenemos una situación de peligro, se convierte en un verdadero incordio cuando se trata de nervios ante tareas de nuestro día a día cotidiano como hablar en público, una entrevista, o hacer una presentación, o llamar a una persona que te gusta...

Pero lo bueno de todo esto es entender ese origen. Tener nervios, antes algo incierto, es normal y bueno. Partiendo de ese hecho entender que el miedo siempre surge ante lo desconocido. La mejor forma de poder aminorar esos temidos nervios (nunca se podrán eliminar 100% de manera natural) es entender cual es el motivo de nuestro miedo.
Y es ahí cuando podemos hacer frente a ello. Es frecuente en nuestra sociedad moderna que estos nervios nos puedan llegar a paralizar (bloqueo nervioso), y a esto ahora le llamamos procrastinar. Que no es otra cosa que aplazar todo aquello que nos da miedo.

Sea cual sea tu reacción la única forma de poder atajarlo es justamente conocer el origen. Hay múltiples fórmulas para aminorar los nervios, siempre directamente relacionados con el problema raiz, pero casi todas las soluciones pasan por tomar el toro por lo cuernos, y enfrentarse al problema. Si bien es verdad, que no siempre hace falta ir por la tremenda si no que requiere práctica, ensayo y formación previa.
Por ejemplo el miedo escénico. Conozco gente que lleva toda la vida subida en los escenarios y justo antes de salir están nervioso, es normal, pero solo es la práctica, la repetición, lo que se llama la experiencia lo que nos da esas ciertas tablas que hace que nuestros nervios disminuyan ante cualquier miedo. Eso nos pasa a todos, cuando hemos repetido algo 1000 veces, lo habitual es que ya no nos pongamos nerviosos.
Es verdad, que la primera vez, siempre es la que mas cuesta pero también es verdad que cuando algo lo hemos ensayado hasta la saciedad, los nervios “casi” desaparecen y nos preguntaremos nervios ¿por qué?
Genial. Por fin es lunes. …. hasta la saciedad.

OP


No hay comentarios:

Publicar un comentario